Entreme donde no supe

Cada vía de trabajo personal es una propuesta, un romance en toda regla, con todas sus fases, promesas, pruebas… hablemos hoy de caminos en los que el cuerpo se expresa, de experiencias sutiles alojadas en los músculos, de renacer de nuevo a la vida más allá de las ideas.

Dicen que el azar es la escritura de Dios cuando firma con pseudónimo… Y entréme donde no supe un día no muy lejano en el que una amiga me trajo un misterioso libro antiguo sin título (no tenia primera página). La autora: Gabrielle Roth, bailarina y psicoterapeuta residente en Nueva York que trabajó en la Universidad californiana de Esalem. Su prosa poética me capturó de tal manera que me dieron las dos y las tres… y juntos estuvimos, hasta el amanecer. Era un relato autobiográfico, y narraba su búsqueda incansable de una práctica que propiciara una vida plena, una conexión íntima con la Unidad, con el Universo… y que permaneciera estable en ajetreo del día a día.

Todo lo vivido en el camino la llevo a escuchar dentro de si y a observar como pauta continua en muchas de las antiguas tradiciones filosóficas que estudió una secuencia cíclica de 5 ritmos que recreaban 5 expresiones fundamentales de la vida y que iban conformando una danza y una melodía. “Mapas para el éxtasis” se llamaba el libro. Me enteré algo después. Esa secuencia no necesitaba de normas o pasos, se daba en el movimiento espontáneo, iba generándose por sí misma, igual que la semilla se convierte en tallo, y el tallo en fruto, igual que el vaivén de una ola acaricia rítmicamente el mar…

Supongo que me enamoré, pues a partir de esa noche se desencadenaron una secuencia de casualidades fluidas que permitieron que, en poco tiempo, Allain Allard, discípulo directo de Gabrielle, viniera a permitirnos vivir la magia de esta secuencia.

Y entréme donde no supe otro día no muy lejano en una sala grande y diáfana con suelo de madera. La música y las sabias palabras de Allain favorecieron una profundísima experiencia de escucha y conexión con uno mism@ que evolucionó naturalmente en una meditación en movimiento, en la vivencia íntima del ritmo, en el retorno de una libertad perdida entre los postit de mi agenda… la celebración y la VIDA se dieron cita manifiesta. Y es que los libros están muy bien, mas no pueden sustituir una experiencia.

Se trataba de escuchar y sentir el movimiento de la energía en el cuerpo en todas y cada una de sus partes, en la sala, entre los participantes. Todo el Uni-verso es energía, ya sea en forma más densa o sutil. Muchas veces experimentamos una separación entre el movimiento interno de nuestra energía y nuestro cuerpo físico, entre nuestro cuerpo y el movimiento de la energía en el mundo que nos rodea. La música cuidadosamente seleccionada te transportaba y funcionaba como un interfaz de conexión, disolviendo completamente esa separación.

Y sin proponértelo ni mucho ni poco te vas dejando llevar por distintos tipos de ritmos: movimientos muy lentos, más dinámicos, formas precisas y enérgicas, movimientos más suaves y ligeros…. La atención está centrada en la respiración y las diferentes partes del cuerpo. A este ciclo vivido como una secuencia continua de 5 ritmos se le conoce con el nombre de Ola, puesto que fluye naturalmente hasta llegar a una quietud final, muy especial.

Los 5 ritmos que danzamos se llaman fluido, stacatto, caos, lirico y quietud.

El ritmo Fluido busca encontrar continuidad en el movimiento, la relación entre el cuerpo y la respiración, recuperar nuestra conexión con la tierra. Es la meditación del círculo, la danza circular, sintiendo el peso del cuerpo en cada nuevo apoyo, una cosa va transformándose en otra, dejándote llevar por un flujo de energía contenido en la melodía…

     y a medida que me muevo y me dejo guiar cada vez más por ese fluir de la vida parece que ciertos movimientos van cobrando mayor relevancia para el cuerpo y espontáneamente comienzan a emerger algunas formas definidas que tienden a repetirse para expresar un ritmo. Si te pones a analizar esto o a describirlo mentalmente te pierdes, si simplemente fluyes, este impulso tenderá a llevarte a un nuevo lugar y empiezas a buscar la manera de expresar un segundo ritmo.

El ritmo Stacatto. Aquí los movimientos, en lugar de ser circulares y continuos, tienden a ser determinados… surgen ángulos, líneas, aristas, hay una forma y dirección definida. Es como si hubiéramos pasado de escuchar el movimiento sinuoso de la energía interior a darle manifestación concreta. Si el ritmo fluido consiste en escuchar la energía que siento, en el ritmo Stacatto empiezo a decir “sí” a esto y “no” a lo otro y por tanto el movimiento tiende a expandirme o contraerme, a ir a la izquierda o a la derecha… Repetimos movimientos dando importancia al ritmo de la música, lo que estamos expresando tiene un compás, una forma definida.

     Y a medida que me concentro más en el ritmo y empiezo a expresar, por así decirlo, un “sí” o un “no” definidos, abriéndome a algo o apartándolo con el cuerpo, los latidos de mi corazón aumentan y me siento despierta, presente, VIVA. Después de un tiempo algo cambia, empiezo a notar que percibo vibración. Dando expresión a las formas concretas de manera repetida dejando que crezcan, mi cuerpo empieza a convertirse cada vez más en una vibración en sí misma y esto me conduce al tercer ritmo.

El Caos, no tan caótico como esperaba por el nombre, tiene que ver con soltar, con permitir que nos mueva la vibración de la música. Fuimos Uno con el baile, con la música, con el grupo… Impresionante... La mente pasó a ocupar para casi todos un segundo o tercer plano. Éramos movimiento. Total libertad.

     Y cuanto más me permito vibrar libremente con el sonido, empiezo a notar una fascinación por la cualidad de las formas que está dibujando mi cuerpo, y ese hechizo me lleva al cuarto ritmo

El ritmo Lírico es una especie de reconocimiento íntimo de que, en cierta manera, un ser humano no es más que el movimiento de energía en ondas de forma. Me dejé llevar por la fascinación que me produce mi propio movimiento, experimenté la disolución, en cierto sentido, de la forma sólida que me separa de la energía externa. Aquí mi movimiento estaba trascendiendo el cuerpo físico. En el ritmo Lírico el espacio parece que tiene vida, y tú simplemente eres parte de la forma creada por la energía en movimiento en ese lugar y en ese momento.

     Y al dejarte llevar cada vez más por esa fascinación por las formas, las olas y la energía en movimiento, acabas adentrándote en el quinto ritmo.

El ritmo de Quietud manifiesta la Unidad experimentada por cada uno. El movimiento, quien baila, la respiración, el espacio externo, "Todo es Uno". Sobran las palabras.

     Y he llegado a tal grado de conciencia del momento presente, de cómo se mueve la energía en mi interior y en el exterior, de mi respiración, de los movimientos de mi cuerpo, de los movimientos del resto de la gente de la sala… que estoy sumamente inmersa en una Ola, que antes o después me llevará nuevamente al punto de partida, al ritmo Fluido…

Una de las máximas de Gabrielle es "¿Tienes suficiente disciplina como para ser Libre?" Creo que esto es aplicable a gran parte del esfuerzo humano. No importa a lo que te dediques, ebanistería, acupuntura o baile: cuanto más practicas una vía determinada, más empiezas a descubrir la inmensidad de ese territorio interno y es entonces cuando esa vía puede convertirse en una meditación profunda. Y tal vez, desde un punto de vista espiritual o filosófico, diría que los seres humanos estamos aquí fundamentalmente para eso.

Tal y como Alain nos comentaba: "Gabrielle tomó conciencia de cierto puente químico que se produce a veces cuando estás bailando: hay un momento maravilloso en que te encuentras totalmente inmerso en ti mismo, desapareces en el Ser, estás totalmente en el Presente.

Esto realmente es lo más importante en el trabajo de aprendizaje de los profesores formados por Gabrielle. Parece muy sencillo entrar en la sala, poner música, todos bailan… ¿no parece fantástico? Sin embargo, actualmente es muy fácil dispersarse, y la dispersión es el lugar de la sombra. El camino, la llave, es estar conectado a la tierra, afianzado en el cuerpo físico, fluyendo con los 5 ritmos en cada momento".

DESDE TODA MI VIDA SENTI ESTO COMO PUEDO FORMARME VIVO en AlCOI ALICANTE ESPAÑA.

COMO PUEDO CONTACTAR CON LA GENTE DE DANZA . Estaria muy agradecida porque para mi esvital y lo integraria en mi vida con miras a facilitar a l@s niñ@s y jovenes .