La familia no está en crisis

No es la familia que esta en crisis sino el concepto de familia como un sistema perfecto y estereotipado donde las pautas tradicionales se han vuelto obsoletas para entender a las familias actuales. La familia ha sobrevivido a los profundos cambios sociales y ha podido hacerlo porque posee la capacidad de modificar su estructura y sus funciones como respuesta a los cambios del entorno. La familia funciona como un sistema vivo y como todo sistema en evolución se trasforma y va cambiando en su forma y tamaño, siendo estas transformaciones inseparables de las transformaciones de la sociedad que la contiene.

Las problemáticas actuales de la familia están conectadas con la realidad económica y social: desocupación, inestabilidad laboral, inseguridad, violencia, mayor insatisfacción individual y social, en términos generales podemos decir que en los últimos años los impulsos de cambios rápidos promovidos por el medio social son enormes y han creando conflictos que llevan a personas a buscar ayuda en hospitales y otras instituciones de salud en busca de orientación, en el mejor de los casos, y en muchas situaciones van en estado de emergencia, a veces dramático.

Las familias pasan por periodos de crisis, lo que no es necesariamente un estado negativo, sino más bien un desequilibrio inevitable que provoca malestar o síntomas, en todos o alguno de sus miembros y que requiere algún tipo de solución.

Estas crisis pueden tornarse una oportunidad para el cambio y el desarrollo familiar. La familia en medio de los cambios a los que se ve exigida sigue buscando nuevas formas para cumplir con la histórica misión, que es la crianza, socialización y protección de los hijos. Las familias contemporáneas presentan mayor diversidad que años atrás.

En nuestro medio observamos cada día más hogares uniparentales, donde el sostén de la familia es una mujer soltera, viuda o divorciada. Pero también, vemos que cada día más padres (varones) reclaman la tenencia de los hijos. Es notable el aumento de familias ensambladas o mixtas, parejas que conviven sin casarse, parejas homosexuales que también consideran la posibilidad de formar una familia. Sea cual fuera el tipo de familia, ellas siguen buscando formas de sostener relaciones gratificantes, seguridades, amor, desarrollo personal y grupal. Cualquiera sea la forma, sigue siendo una familia.

En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió que el 15 de mayo fuera el día internacional de la familia con la intención de aumentar el grado de concientización acerca de los temas relacionados a ella y favorecer la capacidad institucional para proteger a la familia, concepto que recoge la declaración Universal de los Derechos Humanos.

Además, Requiere que las sociedades y los estados reconozcan y respeten la diversidad que hoy presentan las múltiples configuraciones familiares. La sociedad ya no puede imponer el modelo de familia tradicional, sino aceptar sus diversas formas y apoyar a las necesidades particulares de cada una. De esta manera protegeremos a las familias y nos desarrollaremos como sociedad.